domingo, 25 de marzo de 2012

En la cresta


No hay exclusividad, eso es válido solamente para los que ganen realmente el premio mayor de pesca. Mientras tanto estás en el poder pero en la costa las olas golpean y puedes caer de la tabla. La amplitud de onda puede variar y de repente caes en el abismo y te ahogas y comen los cangrejos. Solución: Deja Vú.

lunes, 12 de marzo de 2012

Idas de ollas.


A veces la olla despega antes que los aviones que están en el hangar, y con unas pinzas en el mango hace una cuerda cruzada y alza el vuelo. Le reslulta muy fácil pues es redonda y está hueca, y solo hay que llenarla de aire. A veces el aire está contaminado, y por algún motivo denso hace que vaya un poco más rápido. Pero no puede respirar, porque es a presión, y a esas alturas es muy fácil desconcentrarse y confundir o cambiar el objetivo. Se puede viajar durante días pero al final hay que volver al hangar, con el resto de aviones de bajo coste. Y al fin y al cabo es una olla, y aunque a veces se le vaya, al final vuelve a su tamaño diminuto, en el nido de su horno que es donde más cómodo y seguro se está. Pero algún día la olla explotará, es ley de vida, ya seas Jesús o un dinosaurio. En una cebolla verde te convertirás. Sí. Tú. Lector. Ollas.